martes, 12 de enero de 2016

La justicia de China acepta la demanda de una pareja gay que solicita su derecho al matrimonio igualitario

Sun Wenlin, de 26 años, trató de casarse con su novio en la provincia de Hunan (en la zona este de China) y su solicitud fue rechazada por una oficina de asuntos civiles, concretamente en la ciudad de Changsha. Aún cuando el matrimonio igualitario no es legal en el gigante asiático, los dos hombres decidieron luchar por su derecho a unirse civilmente. Hace un mes presentaron una demanda contra el registro y el 5 de enero un juzgado de Changsha la admitía a trámite. Un paso importante para que se retome el debate sobre la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo.



“El matrimonio tiene que ser entre un hombre y una mujer”. Esta fue la contestación que un funcionario dio a Sun Wenlin y a su novio cuando acudieron a una oficina del registro civil para casarse. Aunque eran conscientes de que el matrimonio igualitario no está aprobado en China, han querido llevar su derecho hasta el último término, batallando. Para el activismo LGTB, el hecho de que un juzgado haya admitido a trámite la demanda es “significativo” y puede representar la aparición de otros casos similares.

Maya Wang, de Human Rights Watch, ha asegurado que “en China, los tribunales a menudo rechazan los casos políticamente sensibles, por lo que el hecho de que la demanda se acepte da señales de alguna disposición oficial para hacer frente a la discriminación contra las personas LGBT, lo que es alentador”. En todo caso, será necesario esperar a “ver si realmente ganan el caso” y “si lo hacen, sería un momento verdaderamente histórico para los derechos LGBT en China”.

La demanda de matrimonio interpuesta por Sun Wenlin y su pareja, aunque relevante, no es la primera iniciativa en pro de la igualdad. En 2013, dosmanzanas recogía cómo un grupo de más de cien padres de hijos homosexuales dirigía una carta a la Asamblea Nacional Popular de China para solicitar que las parejas del mismo sexo puedan contraer matrimonio en igualdad con las parejas heterosexuales. En el escrito detallaban la discriminación que supone para sus hijos la imposibilidad de acceder a las ventajas de la institución matrimonial.

Tampoco se trata de la primera noticia positiva que nos llega desde el ámbito judicial chino en materia LGTB. Hace poco más de un año nos hacíamos eco de la condena a una clínica a pagar una compensación económica a Yang Teng, un ciudadano chino de 30 años, víctima de las “terapias reparadoras” de la homosexualidad. El tribunal estableció además que la homosexualidad no es una enfermedad, luego no ha lugar a “curarla”, y ordenó a Baidu (el más importante buscador de internet chino) retirar la publicidad de la clínica en la que Yang Teng fue tratado con electroshock.

Dos Manzanas 

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